Un estudio pone de manifiesto que el gel de esta planta medicinal consigue calmar el dolor y mejorar la movilidad y la rigidez de las articulaciones en personas con poliartrosis en los dedos de las manos al mismo nivel que este medicamento antiinflamatorio. Este estudio, presentado en el marco del III Congreso de Fitoterapia –celebrado recientemente en Oviedo– ha comparado sus efectos frente al Ibuprofeno (uno de los fármacos más empleados en este tipo de dolencias), en personas con poliartrosis en los dedos de la mano. Y los resultados no han dejado lugar a dudas: el Árnica demostró una eficacia en el tratamiento de esta patología comparable a la del Ibuprofeno, tanto en lo referente a dolor global como a funcionalidad.
La poliartrosis de los dedos de las manos es la tercera forma de artrosis más frecuente (después de la de rodilla y cadera), y su tratamiento, al igual que el resto de las enfermedades degenerativas articulares, es fundamentalmente sintomático, pues no hay una terapia que sea capaz de producir una regresión de la enfermedad. Casi siempre, la aplicación sintomática de analgésicos, como el Paracetamol, y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), constituyen la primera opción de tratamiento. Precisamente, uno de los antirreumáticos más utilizados es el Ibuprofeno.
Antiinflamatorio natural
Árnica montana, por su parte, se recomienda para curar secuelas de traumatismos, como hematomas, torceduras, contusiones, magulladuras o edemas por fractura, así como en el tratamiento sintomático de la alteraciones muscular o articulares de carácter reumático pues, tiene acción antiinflamatoria, antiedematosa y antiequimótica (que mejora la aparición de moretones, previniendo su aparición y también haciendo que desaparezcan antes).
Conocer el mecanismo de acción de una planta es difícil de determinar debido a la variedad de sus componentes, se ha comprobado mediante ensayos clínicos in vitro que las propiedades antiinflamatorias del árnica estarían basadas principalmente en la inhibición de la transcripción del factor NF-kappa B, clave en los procesos inmunológicos y antiinflamatorios. Esta proteína, regula la transcripción de varias citoquinas inflamatorias, como las interleuquinas, así como la de los genes que codifican la COX-2 (una enzima que favorece la inflamación).
204 pacientes
El estudio, llevado a cabo por el departamento de desarrollo e investigación de los laboratorios Bioforce en cooperación con el Instituto de Biología Farmacéutica de Freiburg, de Alemania, se desarrolló en un total de 20 centros, a doble ciego, sobre 204 pacientes de ambos sexos de entre 28 y 88 años, con poliartrosis en los dedos. Debía existir, además, una intensidad de dolor de un mínimo de 40 mm sobre una escala visual analógica (VAS) de 100 mm, y una funcionalidad limitada de la mano.
La mitad de los pacientes recibió aleatoriamente el gel de Árnica y la otra el de Ibuprofeno, que se debían aplicar tres veces al día durante un periodo de tres semanas. Después de los 21 días de tratamiento, el dolor en el grupo del árnica se redujo en 26,6 mm en la escala VAS, mientras que en el grupo del ibuprofeno fue de 23,9 mm; por otra parte, la funcionalidad de la mano, determinada por el Índice Algofuncional (utilizado para valorar la capacidad funcional de los dedos de las manos), mejoró con el gel de Árnica en 4,3 y con ibuprofeno en 4,6.
La conclusión fue clara: «El Árnica no fue inferior al ibuprofeno. Además, todos los parámetros secundarios como el número de articulaciones afectadas por el dolor, intensidad y duración de la rigidez matinal, así como la apreciación de la eficacia no demostraron, a juicio de los médicos y pacientes, ninguna diferencia en ambos grupos». También la tolerabilidad fue buena en ambos grupos, sólo se presentaron 5 reacciones adversas relacionadas con la árnica y 7 con el ibuprofeno.
Por todo ello, lo más interesante de este estudio «es que demuestra que la Árnica supone una alternativa eficaz al uso de AINEs (como el Ibuprofeno) frente a este tipo de dolencias», ya que además, «ante el mismo resultado, la Árnica evita la irritación gástrica que resulta del tratamiento con Ibuprofeno», por lo que su empleo estaría especialmente recomendado en personas con problemas estomacales.
Fuente: Revista Medicina Naturista
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